Muy a tu pesar fuiste un abuelo muy joven, sin embargo, ahora entiendo el peso de tu doble responsabilidad que no hacía más que acentuar tu carácter.
El tiempo que le has dedicado a tu familia no ha sido poco, aunque ahora que lo pienso, creo que tampoco ha sido suficiente.
Y es que cuando los años se te vienen encima, todo lo ves pasar de prisa, la vida te cobra las facturas con base en el tiempo y éste es cada vez más escaso, más rotundo, más egoísta.
Quisiera detener la vida y disfrutar tus consejos sabios, llevarte a un buen juego de beisbol, verte nadar en el río o en el mar, hacer las cosas más atrevidas, que jamás haré yo.
Dejarte oír tu chunchaca, manejar rápido, oír la tele al volumen que quieras, que pases el tiempo en el parque o en el mercado buscando chácharas, o simplemente reparando algo inútil.
¿Cómo lograr que tengas una buena vida en el tiempo que te quede?
¿Sabes?, quisiera ser mejor hijo, tener más posibilidades para hacerte disfrutar el tiempo que te quede con nosotros.
Pero, cuando volteo la cabeza, veo que no hay necesidad de hacer mayor cosa; que lo que haces, lo haces convencido de que así debe de hacerse y aún a mi pesar, siempre tienes razón.
Hoy que sigues siendo un bisabuelo muy joven, quiero que sepas que te llevo a donde quiera que voy y que estoy orgulloso de tí, de tus logros, de tu vida y de lo que haces por nosotros.
Puedes estar tranquilo de que criaste a un par de hijos orgullosos de su pasado y de su presente y que siempre te van a adorar, ¡Felicidades padre!