Que el Sol sale todos los días para iluminar hasta los rincones más oscuros del alma.
Que la Primavera llega cada vez con más ímpetu, a pesar de que la humanidad ya no disfruta de sus colores.
Que la Tierra gira alrededor del Sol en una danza interminable de años y años de prosperidad.
Que cuando un niño nace, es el resultado de la transformación de un instante de pasión a una esperanza de un mundo mejor.
Que amar sin descanso es el mejor alimento para el alma.
Que aún desconocemos los misterios de la muerte.
Que un beso puede llenar un momento de tristeza y transformarlo en alegría.
Que una caricia puede llevarte al paraíso.
Que el pensamiento es el mejor lugar para huír de la realidad.
Que en los recuerdos, por más dolorosos que sean, siempre encontrarás el alivio para tus penas.
Que las experiencias siempre podrán servirte en tu presente.
Que las despedidas no siempre son en el momento en que dices adiós.
Que no siempre eres bienvenido en el corazón de alguien que dice amarte, a pesar de que realmente lo sienta.
Que la vida se compone de miles de instantes y que todos y cada uno de ellos debemos de disfrutarlos.
Que hasta la peor de las decepciones se cura con el tiempo.
Que no hay gente mala, sólo gente que le permites aprovecharse del momento.
Que siempre puedes decir que no.
Que decir que sí a todo te llevará a un camino de desilusiones.
Que hasta en el corazón más negro, siempre habrá un milímetro cúbico de amor.
Que la tristeza siempre se superará observando que hay cosas buenas a tu alrededor.
Que la familia es el mejor refugio para sanar.
Que los hijos siempre representan la esperanza del futuro.
Sólo eso es lo que sé...