Si tú supieras que el mundo se detuvo cuando te di ese abrazo y dejé que te fueras.
Si tú supieras que la vida dejó de tener sentido cuando el teléfono calló, para no escucharte más.
Si tú supieras que el mero hecho de existir ya no representa nada para mí.
Si tú supieras cuántos "te quieros" se han quedado ahogados en la soledad.
Si tú supieras cuánta dicha había en el sonido de tu voz.
Si tú supieras el valor del movimiento de tus suaves dedos mientras aparecía "escribiendo".
Si tú supieras el desvelo que me causa tu ausencia.
Si tú supieras que no logro arrancarte del alma.
Si tú supieras todo lo que hay aquí, que ya jamás será para ti.
Si lo supieras, seguramente vivirías tu vida igual que lo has hecho estos últimos días y ¿sabes una cosa?, eso es lo único que realmente me causa dolor.
A pesar de ello, no te guardo ningún rencor, eras arena entre mis dedos y finalmente, llegó ese día en el que, agotadas las fuerzas, ya no quedó nada más que ver que el aire se llevara lo que siempre le perteneció.