15 dic 2015

La empatía.

Y por fin, ese día tan anhelado por ti llegó.

Y es que durante segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años luchaste por ello.
Y es que cada vez que intentaste sabotearlo todo, sabías que iba finalmente a pasar.
Y es que pusiste todo tu empeño para que sucediera.
Y es que a pesar de que luché denodadamente contra ti, era demasiado, imposible.

Y así, un día desperté y no te pensé.
Y así, un día leí tus dolencias y no me preocupé.
Y así, un día ya no te soñé.
Y así, un día, sin querer, dejé de tenerte empatía.

Y entonces, todo tuvo nuevamente sentido.
Y entonces, mis manos, otrora llenas, estaban vacías.
Y entonces, mi cariño, entró nuevamente en mí.
Y entonces, me dejó de importar tu vida.

Y supe que se acabó.
Y supe que ya no más.
Y supe que no pasará.
Y supe que hay que claudicar.

Y te digo cariño.
Y te digo me voy.
Y te digo no volveré.
Y te digo siempre te recordaré.

Y espero último gran amor de mi vida.
Y espero saber qué hacer.
Y espero si llega alguien como tú.
Y espero no darle la más mínima oportunidad.

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