Como el día 13 cuando los mexicanos recordamos con orgullo a aquel puñado de jóvenes, casi niños quienes defendieron con su vida a su escuela ubicada en el Castillo de Chapultepec, y el día 15 de septiembre fecha en la cual supuestamente M. Hidalgo convocó a los habitantes de Dolores Guanajuato a unirse a un ejército que nunca podría ni tendría la oportunidad de pelear contra el ejército realista de la corona Española, son dos de las fechas más importantes para celebrar la mexicanidad, los nativos de estas tierras llamamos a este mes "El Mes de la Patria".
Los gobernantes actuales creen que el hecho de ignorar las costumbres de los políticos anteriores a ellos, hacen que a quienes nos enseñaron otra cosa en nuestra época, también podremos olvidarla a base de repetir una y otra vez mentiras y más mentiras y que por lo tanto no recordaremos con orgullo a Melgar, De la Barrera, Escutia, Montes de Oca, Márquez y Suárez.
¡No nos vengan ahora nos vengan con el cuento de que ninguno de ellos se envolvió con la bandera y se arrojó del Castillo!
¡No nos vengan ahora nos vengan con el cuento de que ninguno de ellos se envolvió con la bandera y se arrojó del Castillo!
Poniendo aparte el mito y la molestia de que nos quieren dejar sin héroes verdaderos, la realidad es que desde esa época, nadie o casi nadie se ha interesado por defender la patria, desde los presidentes como Santa Ana que prefirió su pellejo a parte del territorio nacional, como los propios jerarcas religiosos quienes prefirieron dejar en manos de los extranjeros la suerte de la púber nación a darle el dinero a los nuevos gobiernos liberales para que lucharan contra los invasores.
A la larga, la Iglesia entendería que los liberales o los nuevos liberales (neoliberales) vendrían a ser más papistas que el propio papa y les regresarían todo lo perdido con anterioridad y con intereses.
Por otra parte, la gesta histórica encabezada por Hidalgo unos años antes, nos llena de dudas más que de respuestas, si bien es cierto que la historia coincide en que este señor hizo mucho por la "independencia" de México, la realidad es que era criollo y ello nos lleva a sospechar que sus verdaderos intereses estaban más del lado de la corona que de la independencia.
En ese sentido, la coyuntura del momento era simple: o se apoyaba al Rey impuesto desde Francia por Napoleón, o se pedía la independencia de España... para los religiosos esto representaba algo más que un simple respeto al "enviado de Dios", es decir, el Rey... también era aceptar las ideas de la revolución francesa de libertad e igualdad y en ese sentido, la religión nunca estuvo dentro de las prioridades de los republicanos franceses, por el contrario, le quitaron muchas canongías a la Iglesia francesa.
Hidalgo utilizó la bandera de la religión casi como lo hicieron los conquistadores, de hecho incitó a los pobladores de su villa a defender a la religión católica, ya que los franceses eran poco tolerantes con el poder de los clérigios, sin embargo, tuvo la necesidad de liberar a los esclavos por una razón menos virtuosa: necesitaba carne de cañón para su lucha.
Los realistas combatieron a los insurgentes y les ganaron; la "guerra de independencia", duró muy pocó y no tuvo éxito, los criollos y los españoles continentales esperaron a que Napoleón fuera derrotado por los ingleses y entonces se restauró el Imperio, de tal suerte que la guerra de Hidalgo quedó en un recuerdo para que los mexicanos de hoy tuviéramos un pretexto para pachangüear, es decir, en la práctica nada se consiguió.
La "independencia" de la Nueva España se logra once años después de la fecha oficial, en 1821; es en Córdoba, un pueblito olividado por la historia y por todos los gobiernos, en donde Juan O'Donojú y Agustín de Iturbide firman los tratados que darían por fin la "independencia" a la Nueva España; luego de un jaloneo entre O'Donojú y Novella, un virrey interino, la independencia se consumó el 28 de septiembre de ese mismo año, con la entrada de Iturbide al frente del ejército trigarante a la Ciudad de México.
La razón por la cual los liberales le dieron mucha importancia a Hidalgo radica en el hecho de que fue excomulgado, los liberales estaban "peleados" con la Iglesia (recordemos que nos les dio el dinero para defender la patria), tener un cura héroe, libertador e iniciador de una lucha contra la Corona, representaba un triunfo para ellos, al grado de que la Iglesia negó durante muchos años haber excolmulgado a Hidalgo.
En 2010 se estrenó una película de época que habla de un Hidalgo mujeriego y parrandero, el poder de la Iglesia Católica mexicana una vez más demuestra que está lejos de acabarse, representar a Hidalgo de esta forma, hará que los mexicanos que no tienen la facilidad de entender estos juegos, piensen que no hubo maldad al excomulgarlo y por el contrario, que era lo más correcto y decente... esperemos que esta maldición de que la historia la reescriban como se les de la gana acabe también pronto.
La razón por la cual los liberales le dieron mucha importancia a Hidalgo radica en el hecho de que fue excomulgado, los liberales estaban "peleados" con la Iglesia (recordemos que nos les dio el dinero para defender la patria), tener un cura héroe, libertador e iniciador de una lucha contra la Corona, representaba un triunfo para ellos, al grado de que la Iglesia negó durante muchos años haber excolmulgado a Hidalgo.
En 2010 se estrenó una película de época que habla de un Hidalgo mujeriego y parrandero, el poder de la Iglesia Católica mexicana una vez más demuestra que está lejos de acabarse, representar a Hidalgo de esta forma, hará que los mexicanos que no tienen la facilidad de entender estos juegos, piensen que no hubo maldad al excomulgarlo y por el contrario, que era lo más correcto y decente... esperemos que esta maldición de que la historia la reescriban como se les de la gana acabe también pronto.
México es hoy un país grande, grande por su gente y por su historia, estamos hundidos en un problema real de inseguridad que no tiene para cuando concluir y la corrupción heredada desde los tiempos de la colonia y jamás erradicada, harán mucho más difícil ese tránsito hacia la tranquilidad que deseamos y merecemos.
Independientemente de la historia, de los motivos y de los héroes o antihéroes, tener este pedacito de tierra en donde vivir y en donde soñar es una bendición y hoy más que nunca debemos de gritar ¡Viva México!, ¡Muera el mal Gobierno!, ¡Independencia y Libertad!
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