1 mar 2013

Chistes de Ranitas

Dos chistes de ranitas (DOS)

Chiste uno.

Llega la señora a la tienda de animales a comprarle un regalo a su marido, luego de varios minutos de dar vueltas y más vueltas, no se decide y se dirige al empleado... -disculpe joven, quiero regalarle algo a mi marido, pero no sé qué, tiene que ser algo que valga la pena comprar, no importa el costo, -mire señora, lo único que tengo como para una situación así, es esta ranita, -¿qué tiene de especial la ranita?, -sabe hacer sexo oral terminado, -entonces me la llevo...
Y se va feliz con su ranita, así que  llega a su casa y cuando su marido regresa del trabajo, le entrega la ranita y le dice... -te compré de cumpleaños esta ranita, -¿y para qué demonios quiero yo una rana?, -es que sabe hacer sexo oral terminado.
El señor se queda de a seis y la señora le dice que irá al salón de belleza, que se quede con la rana y la pruebe.
Luego de algunas horas, la señora regresa a su casa y sube a la recámara y no encuentra al marido, luego baja a la estancia, al living, al estudio y nada... finalmente va a la cocina y encuentra al marido con la rana frente a un libro de cocina...
-¿Qué haces aquí?, pregunta la señora y el marido le contesta: -si logro hacer que esta madre cocine, te me vas derechito a la chingada...

Chiste dos.

Estaba un compa feliz de la vida conduciendo su automóvil, cuando ¡pum!, se le poncha un neumático, entonces se para a la orilla de la vía y se dispone a cambiarla, cuando ya va a poner la rueda de repuesto, mueve sin querer los tornillos y ¡zaz!, se caen en una alcantarilla, por más que los busca, no logra encontrarlos.
Se sienta muy triste en la banqueta y dice: -Señor, ¿ahora qué hago?.
De la nada surge una vocesita que le dice: -fácil, toma un tornillo de cada una de las otras tres ruedas y con eso le pones esta, ya mañana repones los cuatro que perdiste.
Busca la voz y reconoce a una ranita que está al lado de él, -tú hablaste, -sí, -¿pero cómo?, -soy una princesa que una bruja malvada me embrujó, -¿y puedo hacer algo por ti?, -mucho si me llevas a tu casa.
Entonces se apura a terminar de arreglar lo de su ponche, sube a la rana al carro y se va para su casa, toma a la ranita con la mano, baja del coche y abre la puerta de la casa gritando: -¡viejaaaa, ya llegué!, pero nadie le responde.
Sube las escaleras y se va para la recámara, pone a la rana sobre la cama y le dice, -bien, dime qué hago, -dame un beso, él le da un beso y de inmediato se convierte en una rubia espectacular, completamente denuda, con el cabello hasta los hombros, cejas perfectas, ojos verdes, pechos duros y pezones rosas que combinaban con el nacarado de la piel, una cintura de avispa y caderas amplias y un par de piernas largas como la carretera.
El tipo se queda de a seis, cuando se abre la puerta de la recámara y se ve la silueta de su mujer parada estupefacta que le dice a gritos: -¡¿qué es esto?!
Y el compa le contesta: -te lo juro mi amor, que no me lo vas a creer.

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