Te quiero, aquí cerquita a mí.
Muy cerquititita.
Tan pero tan cerca, que no haya forma de saber cuántos somos, que se confundan nuestros cuerpos, que no sepamos qué es de cada quien.
Hasta que el calor se disipe, mientras la noche dure, mientras no salga el Sol.
Estar tan cerca que duela, estar tan dentro que podamos leer nuestras mentes, que podamos escuchar nuestros propios pensamientos, que podamos sentir nuestras propias almas.
Así de cerca te quiero, así de cerca te necesito, así de cerca te imagino en cada sueño, en cada atardecer, cada vez que el viento sopla mi cara.
Eres excepcionalmente maravillosa.
Te amo.
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