Decir te amo o te quiero es significativo cuando se lo dices a alguien que lo merece.
Pero cuando ese alguien no lo merece o deja de merecerlo, ¿A quién se lo estás diciendo?
Observa a tu alrededor, ¿Ves la sonrisa de ese niño?
¿Sientes el calor del sol?
¿Percibes la brisa del otoño?
¿Gozas con la risa del abuelo?
¿Disfrutas el sabor del café preparado con ahínco por mamá?
A ella, a la vida también le puedes hacer ese homenaje, decirle te amo o te quiero a tu propia existencia es reconocer que estás aquí para algo y que ese algo depende solamente de tí, de tu esfuerzo, de alcanzar tus metas.
Y es que no se trata de ser el gran magnate, sólo se limita a ser un buen ser humano, apreciar la vida, darle algo a los demás...
Cuando hayas comprendido el valor de la vida, cuando hayas alcanzado esa madurez, te darás cuenta de que puedes amar a todos los demás, porque te estarás amando a tí mismo.
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